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Bárbara te confiesa qué es aquello que le saca de sus casillas fuera de su casa

No te dejes engañar por el titular: una de mis mayores pasiones es y será siempre viajar. Aun así hay algunas cosas que me ponen un poco nerviosa. Habitualmente son pequeños detalles que con algunos trucos y paciencia los puedo sobrellevar, pero creo que es importante estar preparada, sobretodo mentalmente.

Sin ir más lejos, soy de las que la noche anterior a tomar un avión sufro un insomnio de campeonato y casi siempre acabo llegando al aeropuerto con unas ojeras por las que se me podrían confundir con un oso panda. Da igual que el vuelo sea al mediodía o a media tarde: los nervios me pueden y el día antes no descanso en condiciones. Me han dado mil y un consejos. Que si técnicas de relajación, infusiones, hacer ejercicio para estar más cansada, una ducha o un baño de agua caliente… De momento nada me ha funcionado, pero cuando lo encuentre hablaré de ello, lo prometo.

Aparte de eso, nunca he tenido el instinto de ser inventora, pero si lo fuese tengo claro que me estrujaría la cabeza por crear una almohada que sea realmente cómoda para enfrentarme a vuelos de larga duración. Aún hay mucho que hacer en ese sentido.

monedasEl euro nos ha facilitado muchas cosas, pero ciertamente cuando viajo fuera de Europa una debe acostumbrarse a saber cómo es el cambio de moneda. La calculadora y varias aplicaciones móviles han facilitado la cosa, pero aún recuerdo cuando años atrás tenía que ir con una pequeña calculadora en el bolsillo porque nunca he sido un genio del cálculo mental. Y lo mismo se puede decir de ese momento en el que no dominas el idioma del país que vas a visitar y, más allá del traductor (que siempre es de ayuda, aunque sólo sea para chapurrear unas pocas palabras) y de distintas Apps (mi favorita es TripLingo, que permite traducir texto y voz), tienes que dejarte llevar por el lenguaje no verbal. El inglés es el idioma más hablado en nuestro planeta, sí, pero hay que ser consciente de que no todos lo entienden por mucho que tú lo domines.

Del jet lag no voy a decir nada que no sepáis, ya que probablemente es uno de las aspectos más odiosos a los que todos tenemos que hacer frente nos guste o no. Con el tiempo he descubierto también algún truco para llevarlo un poquito mejor, como alterar el sueño el día antes de marcharme y cambiar el reloj a la hora del destino, así cuando llego ya estoy mínimamente acostumbrada. O coger un vuelo que llegue durante el día así tengo más motivación para estar despierta y no dormirme en cualquier rincón. Creo que es importante no dormir cuando apetezca por mucho sueño que se tenga, ya que se tarda más a pillar el nuevo horario. Y luego está lo típico, no tomar cafeína ni alcohol ni pastillas, que te toque el sol y el aire (no te quedes encerrado por favor) y moverse un poco, que ayuda a activarse.

barbaraY ya para terminar, y prometo no quejarme más en una temporada, otra cosa que me desquicia: que me traten como ganado. Estos sitios TAN turísticos (y lo digo con mayúsculas porque merece la pena) que no puedo ni disfrutarlos, que tengo que seguir avanzando, sin poder ir a mi aire ni a mi ritmo y hay tanta gente que me agobio un poco. Aun así no quiero perdérmelos, y mis soluciones son fáciles: nunca ir a la hora que va todo el mundo (la hora de comer es la mejor o por la noche si no es un sitio cerrado) y nunca ir en fin de semana. Además, si es un sitio donde puedes coger la entrada anticipada hazlo, así ahorras colas insufribles.

Por mucho que prepares un viaje de antemano siempre pueden surgir pequeños detalles que te saquen de tus casillas. Sólo puedo decirte que te relajes, que pienses que estás de vacaciones y que no le des más vueltas a la cabeza de lo que se merece. Como dice mi madre, “no existen problemas, existen soluciones”. Solo ponle un poco de paciencia y aprovecha cada minuto de tu viaje. Las vacaciones pasan volando, así que por favor, aprovéchalas al máximo.

Palabra de Bárbara.


AVATAR-BARBARA*Bárbara se licenció en Periodismo en la Universidad Autónoma de Barcelona porque su vocación desde bien pequeña era contar historias. Ha colaborado en diversos medios de comunicación culturales y de tendencias, y ahora también está con nosotros en nuestro Blog Verde Lima.

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