Hemingway dijo que “Fitzgerald era el mejor” y Haruki Murakami ha declarado en varias ocasiones que es su escritor preferido. Gertrude Stein vaticinó que sería leído “cuando muchos de sus contemporáneos estuvieran olvidados” y Raymond Chandler añadió que tenía una de las cualidades más raras en la literatura: “encanto ¿y quién posee encanto hoy en día?”…
Lo suyo era el champán, las fiestas sin fin de los felices 20, el jazz, el amor loco, el mar, los grandes vehículos de la época… Lo suyo era el glamour. Eso y disfrutar y sufrir a partes iguales.
Este año se celebra el centenario de una de las novelas más emblemáticas de Scott Fitzgerald. Te invitamos a celebrarlo con una ruta diferente, siguiendo los pasos de Jay y Daisy, la pareja más glamurosa de la literatura. Desde Long Island hasta Manhattan, descubre los lugares que inspiraron esta gran novela que estrena edición para celebrar sus primeros 100 años de vida.
Long Island: la gran protagonista
Aunque West Egg y East Egg son nombres ficticios, están inspirados en dos penínsulas de Long Island: Great Neck y Sands Point. En el primero de ellos vivieron Scott Fitzgerald y su mujer Zelda. Su modesta casa estaba rodeada de mansiones de nuevos ricos que perfilaron el mundo de Gatsby tal y como llegó a nosotros. Hoy Great Neck es un barrio residencial con acceso a playas, agradables restaurantes y ambiente familiar. Imprescindible el paseo por Kings Point Park, ideal para imaginar las caminatas nocturnas de Nick Carraway.
Sands Point inspiró East Egg, la zona que mayor admiración despierta en el escritor. No te pierdas sus mansiones históricas, muy especialmente el Castillo Hempstead House, impresionante mansión que recuerda demasiado a la de Tom y Daisy en la novela.
Una visita al Manhattan de los años 20
En la novela, los personajes cruzan el puente de Queensboro para llegar a Manhattan, la capital de la modernidad y del vale todo. Hoy, puedes cruzar este icónico puente en coche, bicicleta o a pie. Las vistas del East River y de los rascacielos evocan el vértigo de los años 20. Imprescindible una visita al Hotel Plaza, escenario donde Gatsby y Tom discuten por el amor de Daisy.
Un daiquiri en Palm Court te transportará a aquella época en segundos. Por cierto, este año Nueva York está celebrando a Gatsby por todo lo alto. Entre las actividades que se han programado destaca la iluminación del Empire State Building en verde, símbolo de la luz que unía a la pareja. Asimismo, se han organizado eventos especiales como fiestas temáticas en el bar Oscar Wilde y cócteles inspirados en la época en locales como Gatsby’s Landing y Nothing Really Matters.
Y más allá de NY…
F. Scott Fitzgerald y su mujer, Zelda, vivieron en varios lugares que influyeron en la atmósfera de sus obras. Éstos son algunos de ellos:
Westport (Connecticut: La edad de oro Uno de los primeros lugares donde Scott y Zelda vivieron recién casados, tras el éxito de “A este lado del paraíso”. Su casa, Compo Road House, fue famosa por sus fiestas interminables. Hoy, Westport es un tranquilo pueblo costero, con elegantes viviendas coloniales.
Asheville (Carolina del Norte): Horas bajas Menos glamuroso, pero esencial en la vida de los Fitzgerald, en una clínica psiquiátrica de esta ciudad estuvo internada Zelda largas temporadas. Mientras, él la acompañaba alojándose en el Grove Park Inn, un elegante hotel con vistas a los Apalaches que aún permanece abierto.
Princeton (Nueva Jersey): Donde nació el vecino de Gatsby Scott Fitzgerald estudió en la Universidad de Princeton, que inspiró la mirada reflexiva de Nick Carraway. Aunque no terminó sus estudios, esta etapa marcó su amor por el lenguaje cuidado, su ambición por pertenecer a la élite sin dejar de criticarla e incluso despreciarla.
Baltimore (Maryland): un final tranquilo La familia Fitzgerald se trasladó a Baltimore, donde Scott escribió buena parte de “Suave es la noche”, otra de sus obras maestras. Vivieron en una casa que hoy forma parte del campus de la Universidad de Maryland. Allí se puede visitar el F. Scott Fitzgerald Memorial en el cementerio de Saint Mary’s, donde están enterrados Scott, Zelda y su hija Scottie. En su lápida se puede leer una maravillosa y mítica frase de “El Gran Gatsby”:
«So we beat on, boats against the current, borne back ceaselessly into the past»
“Así que seguimos adelante, como barcos contra la corriente,
arrastrados incesantemente hacia el pasado”.