¿Cómo conseguimos que un usuario se convierta en nuestro cliente? Te presentamos a AIDA, que más allá de lo que pueda parecer es el nombre de un modelo que surgió a comienzos del siglo XX, según el cual la comunicación publicitaria que tiene como objetivo captar consumidores debe pasar por cuatro fases.
El modelo fue enunciado por Elias ST. Elmo Lewis y se utiliza en múltiples estrategias de marketing, hoy en día sobre todo de marketing online. Es importante señalar que el inventor de esta teoría no estaba interesado en el comportamiento del consumidor, sino en el del vendedor y en cómo éste podía guiar al cliente para efectuar una compra.
La palabra “AIDA” es un acrónimo que se compone de las siglas de los conceptos -en inglés- de atención (attention), interés (interest), deseo (desire) y acción (action).
- ATENCIÓN: Sorprender, llamar nuestra atención; de ahí la búsqueda constante de la novedad, el derroche constante de creatividad de algunas de las imágenes publicitarias.
- INTERÉS: Despertar el interés; de nuevo la creatividad, la espectacularidad, las técnicas visuales…
- DESEO: Si nos quieren vender un producto, lógicamente tienen que despertar nuestro deseo, por ello la insistencia en las mejoras sociales, estéticas, éxitos personales, etc. que se supone se derivan del uso de los productos anunciados.
- ACCIÓN: Y todo ello para lograr el objetivo final: comprar, consumir. Acción que, de no llevarse a cabo, echaría por la borda tanto esfuerzo publicitario.
Este modelo aparece en todos los libros de venta y publicidad, quizás no porque sea mágico, sino por su tremendo valor nemotécnico. Es un nombre de mujer. Y también es el nombre de la famosa ópera de Verdi. Se utilizan palabras similares en otros idiomas: inglés, francés, italiano y hasta en alemán es igual… ¿Cómo nos vamos a olvidar de AIDA?