Se acabaron los meses completos de vacaciones. Los ‘baby boomers´ recordarán incluso veraneos de tres meses. Desde hace años, los trabajadores de todo el mundo han reducido sus periodos de descanso y hacen milagros para juntar días durante el año para escapar de la rutina. En medio del cansancio y la cotidianidad, miles de personas disfrutan de medio día o un día completo de descanso para parar. Hacer un break, descansar o resetear es esencial para tomar impulso. Para seguir y escapar del agotamiento físico y creativo. Así nace el concepto de daycation. Se trata de un día de descanso para recargar energía, aprovechando nuestro entorno para disfrutar como si fuésemos turistas en nuestra propia ciudad. Lo que nació como una necesidad humana en tiempos vertiginosos se ha convertido en tendencia. El sector ha sabido ver una oportunidad y está diseñando nuevas estrategias para encarar esta necesidad urgente.
El requisito esencial de unas buenas daycations es que duren un día. La distancia está clara. Son escapadas cortas, muy cortas, de apenas unos kilómetros. En ocasiones, no hay distancia. Recorrer las calles de la ciudad en la que vivimos, ir a comer a los restaurantes más instagrameables, escapar al museo que enseñamos a nuestros amigos ‘de fuera’, visitar las termas romanas donde van los turistas, una tarde de compras, una mañana de jueves en un parque de atracciones con los niños… Son escapadas de la vida imprescindibles para seguir con fuerzas renovadas.
Los creadores de Daycation o de Hotelbreak lo tuvieron claro. La idea era crear un espacio para hoteles y resorts, que comercializan pases diarios para un día diferente: una siesta en el mejor hotel de la ciudad, un día de piscina en la rooftop, un masaje para dos o una comida en un restaurante emblemático. Más creativa puede ser una excursión -picnic y champán incluido- al campo más cercano; una escapada en globo por las afueras o un paseo por el parque en coche de caballos. Imprescindible, convertirnos en turistas durante unas horas en nuestra propia casa.
Cinco ‘daycations’ para resetear
Barcelona: olvídate de todo en Beso Pedralbes
Situado en Torre Melina Gran Meliá, Beso Pedralbes traslada la playa de Formentera a Barcelona y se propone ofrecer una experiencia completa que incluye música en vivo, DJs y entretenimiento en todos los rincones. Mientras la zona de piscina exterior con hamacas y camas balinesas representa un espacio lounge perfecto para disfrutar de un ambiente animado y cosmopolita bajo el sol, por la noche, la terraza se transforma en un lugar mágico, con música en vivo y un ambiente ideal para refrescarse con un cóctel y disfrutar de una velada inolvidable.
Madrid: escapada a La Granja
A 55 minutos de la capital se encuentra un emplazamiento único para desconectar. El Real Sitio de La Granja de San Ildefonso, declarado conjunto Histórico Monumental, fue el palacio favorito de Felipe V. El Parador de La Granja está compuesto por dos edificios. La Casa de los Infantes, construida en el siglo XVIII por Carlos III, también cuenta con un maravilloso Spa.
Paseo en helicóptero por Marbella
Otra forma de desconectar es vivir una aventura diferente aunque sea de media hora. Varias compañías ofrecen vuelos en helicóptero por la Costa del Sol. Sobrevuela el Pico de la Concha y descubre las costas de Marruecos en un viaje inolvidable con cinco amigos.
‘Paella experience’ en Valencia
Un salto desde cualquier ciudad del Mediterráneo para disfrutar de nuestro plato estelar de la mano de un maestro paellero. Un plan para un día diferente. Aperitivo, curso para bordar el arroz, ingredientes y cata de vino. Al día siguiente, listo para comenzar desde cero.
Inmersión a dos pasos
Descubre dónde realizar tu bautismo de buceo, cerca de casa. Y es que en cualquier gran ciudad encontrarás una piscina para realizar tu primera inmersión, alquilando el equipo. Una experiencia breve, que te ayudará a escapar a millones de kilómetros virtuales.
