GTD (“Get Things Done”) es una metodología sobre productividad personal fácil de aprender y de mucha utilidad para organizar las tareas a desarrollar. Nos ayuda a mejorar la forma de trabajar y de vivir sin agobios.
El primer paso para controlar nuestras labores es definir el propósito y visualizar el resultado que queremos conseguir.
El objetivo ya no está en trabajar rápido, ahora queremos dedicar el tiempo necesario en cada tarea para que las cosas avancen de manera armónica y con un fin.
El sistema GTD nos ayuda a almacenar y organizar todo lo que queremos hacer de manera sencilla y eficiente. Los principios de este método son: recopilar, procesar, organizar, revisar y hacer. Siguiendo estos pasos conseguiremos elaborar nuestro plan de trabajo diario.
Debemos ser capaces de confiar en nuestras capacidades, saber trabajar sin distracciones, tener en cuenta el objetivo y saber decir que “no” a compañeros o clientes si estás trabajando de manera productiva.
Para conseguir una vida más controlada y ser más eficaz en tu día a día es necesario seguir estos 3 hábitos:
- Planificar tus días
- Eliminar la multitarea: una cosa en cada momento
- Dejar de procrastinar (diferir, aplazar)
Es importante que aprovechemos los mejores momentos de trabajo. Si nos sentimos agotados o de mal humor, las probabilidades de procrastinar aumentaran. Para mejorar la actitud es importante descansar bien, controlar la nutrición y hacer ejercicio.
Si aplicamos esta técnica en nuestras actividades liberaremos la mente, seremos más productivos, reduciremos el estrés, alcanzaremos nuestros objetivos y no perderemos el rumbo de nuestras tareas.
Uno de los secretos de esta técnica es que nos ayuda a eliminar la línea entre lo profesional y lo personal por lo que hace que sea más fácil llevar ambas partes.
Os animamos a poner en marcha este método en vuestros proyectos y conseguir los objetivos de la manera más fácil y eficiente posible.