Hay quienes dicen que no merece la pena. Que un viaje en globo es demasiado caro para lo que es. Esas personas nunca han subido a uno. Jamás han sentido el inmenso placer de ver la tierra alejarse, poco a poco, suavemente, hasta dejar a nuestros pies un paisaje de una belleza asombrosa. Un momento único que merece la pena inmortalizar en nuestra memoria. ¿Fotos? También, pero lo importante es saborearlo, mirar con ojos de niño la naturaleza a una distancia diferente y cautivadora.
Capadocia, la Turquía más enigmática
Clásico entre los clásicos, éste es un destino ineludible para quienes quieran disfrutar del cielo, de la calma y de unos paisajes mágicos. Sus formaciones rocosas -chimeneas de hadas- son todo un espectáculo que nadie debería perderse al menos una vez en la vida. Las líneas maestras son iguales en todos los viajes en globo: madrugón para ver amanecer, buena compañía, cámara de fotos o móvil y, en ocasiones, una copa de champán. Un brindis por la vida que es, sobre todo desde allí arriba, muy chula.
Finger Lakes, Nueva York
Un paraíso eclipsado por la gran urbe que alberga 11 magníficos lagos llenos de leyendas y bendiciones del Gran Espíritu. El paseo sobre esta región única nos permite disfrutar del frágil equilibrio de la naturaleza y es una brillante forma de concienciar al turista de la importancia de escapadas sostenibles como ésta. Frente a otros destinos más masificados, esta es una opción solitaria y única para descubrir la cara más natural de Estados Unidos.
Serengeti, Tanzania: no dejes que te lo cuenten
De ninguna otra forma vas a poder conocer la sabana africana en todo su esplendor. Un apasionante viaje al amanecer para contemplar manadas de jirafas, leones y ñus en estado puro. Esta experiencia se ha ido sofisticando con los años y hoy se completa con un desayuno con champán al más puro estilo “Memorias de África”. Para eso habrá que esperar a aterrizar y ya nada volverá a ser lo mismo…
Albuquerque, Nuevo México
Y aunque no es nuestra recomendación más tranquila, no podemos hablar de globos aerostáticos sin mencionar el Festival Internacional que se celebra en Alburquerque todos los años. La cita será en 2025 entre los días 4 y 12 de octubre. Durante esas jornadas, el cielo se cubrirá con más de 500 globos de colores, muchos de ellos con el rostro de personajes famosos como Bob Esponja, Trump o la Pantera Rosa.
Y aquí también montamos en globo
No podíamos quedarnos atrás si hablamos de enseñar maravillosos paisajes a vista de pájaro. Desde sobrevolar las formaciones kársticas de Antequera -la Capadocia española- a Segovia y Toledo desde el aire, pasando por los paisajes naturales de la Sierra de Guadarrama, nuestras islas, la Ribera Sacra, el Parque Natural del Montseny, L’Empordà o los viñedos de La Rioja.
Globos cautivos: para quienes quieren volar, pero menos
Pero también hay zonas que no se pueden o deben sobrevolar en globo. Muchas son las complicaciones y peligros que entrañan estos viajes. Para eso nacieron los globos cautivos, una experiencia única, aunque no sea lo mismo. En el lado brasileño de las Cataratas de Iguazú podrás ascender suavemente hasta unos 150 metros y desde allí escuchar el atronador caudal de agua, disfrutando de la selva que las rodea. También las Cataratas del Niágara ofrecen una oportunidad similar en el lado estadounidense. Vapor, arco iris, ruido ensordecedor… Las emociones de esta experiencia son diferentes, pero merecen la pena.