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Curiosidades que a lo mejor desconocías sobre los aviones

La curiosidad es el deseo que tiene una persona de conocer o averiguar algo ajeno que le llama la atención o le despierta interés por su rareza u originalidad. Se trata de un comportamiento instintivo natural que lleva a la exploración, la investigación y el aprendizaje.

Como buenos amantes del viaje que somos, algo curiosos, como mínimo, tenemos que ser. Y no solo debería despertarnos curiosidad el destino al que aterrizamos, sino también el medio de transporte con el que lo hacemos. Aquí van algunas curiosidades sobre el avión que a lo mejor desconocías:

No hay tanques de oxígeno en el avión

Todos hemos visto alguna vez como los y las azafatas de vuelo nos enseñan qué hacer en caso de que nuestro avión se despresurice: tirar hacia abajo una máscara de oxígeno y cubrirnos la nariz y la boca. Pero… ¿sabías que en el avión no hay tanques de oxígeno? Son demasiado pesados y voluminosos. Lo que tenemos encima de nuestra cabeza es un generador de oxígeno químico que contiene clorato de sodio, peróxido de bario y una pizca de perclorato de potasio. Cuando nosotros tiramos hacia abajo la máscara producimos una reacción química extremadamente caliente con estos tres elementos que deja escapar el esperado oxígeno.

El cojín del asiento es resistente al fuego

Aunque puede que lo veamos lógico, el porqué de que se decidiera que fueran ignífugos tiene su historia. Durante una prueba de 1967 para la primera misión lunar del Apolo, 3 astronautas murieron cuando el interior de la cápsula se incendió. Se demostró que la nave estaba llena de materiales altamente inflamables, incluida la espuma de los cojines de los asientos. Esto llevó a la NASA a iniciar una serie de investigaciones para encontrar una forma de cubrir los objetos inflamables con un material resistente al fuego. Se calcula que cada año se salvan entre 20 y 25 vidas gracias a los asientos que son resistentes al fuego.

Las mejores vistas

La próxima vez que volemos tenemos que fijarnos arriba de nuestros asientos y buscar un triángulo de color rojo o negro. Si nuestros asientos lo tienen… ¡somos afortunados! Estas formas geométricas señalan a la tripulación qué ventanas son las tienen mejores vistas de las alas en caso de que un “flap” funcione mal.

Control de la presión

Sabemos que existe una diferencia de presión entre el interior y el exterior del avión, siendo esta última mucho menor. Pero… ¿cómo se controla? Las ventanas de los aviones están formadas por tres capas: el cristal exterior soporta toda la presión, la capa central actúa como seguro y la interior solo está ahí para que los pasajeros no interactuemos con ninguna de las otras 2 capas. Esto se llama curarse en salud 😉 Además, si nos fijamos con más detalle podremos ver un agujerito que se encarga de que la humedad se escape para que las ventanas no se empañen ni se congelen.

Luces reguladoras

Cuando el avión despega y aterriza de noche, la tripulación suele atenuar las luces de la cabina y nos pide que subamos la cortinilla. No es para que durmamos más cómodamente, sino para dar tiempo a que nuestros ojos se adapten a la oscuridad. En caso de evacuación, los ojos ya estarían aclimatados a la oscuridad del exterior. En caso contrario, si las luces permanecieran encendidas, nuestros ojos necesitarían tiempo para adaptarse y acabaríamos perdiendo segundos para salir rápidamente.

Cerradura oculta en el baño

En el exterior de la mayoría de las puertas de los servicios, hay una pequeña placa que pone “LAVATORY”. Debajo de esta placa hay un pestillo que desbloquea la puerta desde fuera, permitiendo a la tripulación acceder en caso de emergencia.

Cenicero

Todos tenemos muy claro que está prohibido fumar en el avión. Sin embargo, en el baño se puede observar un cenicero para las colillas. Contradictorio, ¿no?

De nuevo, está pensado para curarse en salud. Los cubos de la basura del lavabo están llenos de materiales inflamables como servilletas. Tirar una colilla dentro podría tener graves consecuencias, y como siempre cabe la posibilidad de que alguien se salte las normas… ¡más vale prevenir que curar!

¿Conocías estos secretos ? 😉 

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