Sentirse en contacto con otras personas es una necesidad básica de los seres humanos. La implantación de medidas de distanciamiento social así como la limitación de aforo en grandes celebraciones e incluso en las más pequeñas, nos ha distanciado. Físicamente, nos ha separado. Pero mentiríamos si dijéramos no hemos estado conectados, porque, probablemente, haya sido la vez que más unidos hayamos estado. Y no tan solo por el sentimiento compartido de esta situación extraordinaria.
La pandemia transformó los hábitos digitales y el vídeo se convirtió en un elemento cada vez más indispensable en nuestras vidas. De hecho, el 65% de los espectadores de Youtube afirman que esta plataforma tiene el catálogo más diverso del mundo. Y así es. Desde videoclips a recetas, pasando por vídeos corporativos, noticias, películas, documentales, reviews, tutoriales y consejos, de todos los gustos y colores.
Pero… ¿qué hace tan especial al formato vídeo? Fácil respuesta. Su capacidad para conectar a las personas y hacerlas partícipes de algo.
Las personas hemos seguido buscando formas de estar juntas y hasta ahora el vídeo ha resultado ser el mejor aliado. Dejando de lado la posibilidad de vernos desde la otra parte del mundo a través de las video-llamadas, durante los últimos 12 meses, el 85% de los usuarios de Youtube han visto una emisión en directo. Esto quiere decir que personas de distintas partes del mundo, con sus respectivas diferencias horarias, coincidieron y se conectaron para ver un vídeo conjuntamente. ¿Impresionante, no? Por ejemplo, la intérprete brasileña Marilia Mendonca a través de los conciertos desde el salón de su casa batió el récord de emisiones musicales en directo con 3,3 millones de espectadores simultáneos.
No obstante, no es imprescindible que los vídeos se emitan en directo para generar sentimiento de unión entre los espectadores. Y es que los vídeos pueden convertir experiencias privadas en momentos de socialización, incluso cuando no se ven en directo ni de forma simultánea. El vídeo te permite estar al día de las cosas que pasan, no tan solo en tu ciudad y tu país, sino en la otra punta del mundo. Si te la pierdes en directo, no te preocupes porque seguramente lo podrás recuperar, esta es la magia del streaming: estar conectados aunque estamos a un millón de millas de distancia.