¡Sssshhhhh! Los expertos en moda lo tienen claro: se impone un nuevo concepto de lujo hasta ahora nunca visto. Se trata del denominado “quiet luxury” [lujo silencioso] o «stealth wealth» [riqueza sigilosa]. Lejos de una moda plagada de logotipos muy visibles y detalles de ostentación, esta nueva tendencia camina de puntillas, discretamente, sin renunciar a lo mejor de la vida, pero con una elegancia muy discreta.
El consumidor manda y en los últimos años ha realizado cambios severos en su comportamiento: hoy triunfa una moda sostenible y respetuosa con el medio ambiente. Asimismo, se impone la compra consciente frente a la compulsiva de otros años y todas estas tendencias se trasladan al turismo.
Frente a macrohoteles con miles de habitaciones, de estética opulenta y detalles llamativos, este nuevo lujo nos habla de materiales de altísima calidad y acabados delicados, de estéticas atemporales y de elegancia sutil. El entorno natural se convierte en protagonista absoluto en esta tendencia: el mar se incorpora al interior de hoteles y restaurantes, adornados con frondosos jardines decorados con velas, cojines, maderas naturales y luces indirectas. Un ejemplo de esta tendencia lo encontramos en los lodges africanos inspirados en grandes viajes de los siglos pasados. Gigantescas tiendas se alzan en entornos mágicos, ofreciendo al viajero una comodidad sofisticada y muy natural.
Islandia, Noruega, Finlandia o Escocia son destinos elegidos por viajeros que buscan esta tendencia. Una naturaleza pura, abrumadora, silencio y cero contaminación lumínica y complejos turísticos sin pretenciones, alejados de todo y de todos, son las mejores bazas de estos destinos al alza.
4 claves del ‘Quiet luxury travel’
Entornos naturales poco frecuentes La naturaleza es protagonista de este nuevo lujo que huye de materiales opulentos y detalles recargados. Los destinos son diferentes, algo alejados de otros más populares, y la belleza del entorno aún sin descubrir es parte de su atractivo. No todos estos destinos están a miles de kilómetros. Más cerca de lo que imaginamos, a apenas un puñado de kilómetros, un destino ‘quiet luxury’ espera a que lo descubramos.
Discreción por encima de todo Este tipo de escapadas ofrecen destinos exclusivos y apartados, donde la privacidad está garantizada. Los turistas que buscan estas experiencias quieren estar solos, perfectamente atendidos, pero lejos de otros turistas aunque sean como ellos. Es el triunfo del individualismo, de la personalización, del enfoque en el bienestar del viajero más allá de las comodidades materiales.
Conexión con lo natural y bienestar. Este tipo de viaje está diseñado para un turista exclusivo que sólo quiere compartir experiencias con sus más íntimos: su familia o sus amigos más cercanos. Nadie más. Lejos del día a día, buscan reconectarse con ellos mismos en un entorno que invite al bienestar. Así, estos turistas exigentes buscan sumergirse en el día a día local, disfrutando de las comunidades que visitan, en una apuesta clara por la conservación del entorno y la naturaleza.
Servicio personalizado al máximo. Los destinos “silenciosos” están al alcance de personas que quieren vivir experiencias únicas. Islas alejadas de todo, escapadas a montañas o parques naturales, pequeños y acogedores hoteles a pie de una cascada… La comida, la bebida, el ocio… Todo estará personalizado en un ambiente de paz para agradar a un turista que huye de lo común.