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Bienvenidos a la ciudad de los 15 minutos

No es el sueño de unos locos sino una realidad que podría cambiar el mundo. Nuestro mundo

¿Imaginas tener todo -lo que se dice todo- a 15 minutos andando o en bici de tu casa? Biblioteca, colegio, trabajo, cine, universidad, tiendas, hospitales, gimnasio, restaurantes… El urbanista colombiano Carlos Moreno lo soñó y la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, le aplaudió y apoyó. Su idea tan sencilla como genial seguía los pasos de Clarence Perry, urbanista que apostaba en el año 1900 por ciudades próximas, en las que todo giraba en torno al vecindario.

Más allá de este concepto apoyado por el urbanismo soviético, la ciudad de los 15 minutos divide las necesidades del ser humano en seis grupos y todos ellos pueden materializarse a esa distancia: vivir, trabajar, abastecerse, cuidarse, educarse y descansar. “En el radio de 15 minutos a pie o en bicicleta”, explica Moreno, profesor de la universidad Panthéon-Sorbonne, «la gente debería poder vivir la esencia de lo que constituye la experiencia urbana: acceder al trabajo, la vivienda, la alimentación, la salud, la educación, la cultura y el ocio».

Lo que hoy parece futurista ya se diseñó hace 165 años. Hablamos del Plan de Reforma y Ensanche de Barcelona diseñado por  Ildefons Cerdà, quien soñó una Barcelona abierta y cercana, una ciudad de todos y para todos. “Cerdà aspiraba a una ciudad que, a pesar de haber arrebatado el terreno al campo, se articulase a través de calles anchas y espacios verdes”, explicaban en la conmemoración del 150 aniversario de esta iniciativa. En el centro del llamado “Plan Cerdà” estaban las personas. Avenidas, chaflanes para facilitar la circulación, edificios de cuatro plantas máximo y amplias zonas verdes fueron los grandes protagonistas. Hoy este plan urbanístico se considera pionero y está muy, muy, cerca de la “Ciudad de los 15 minutos”. No en vano, el “Plan Cerdà” diseñó un mercado cada 900 metros, un parque cada 1.500, tres hospitales, decenas de iglesias, un matadero, un cementerio e incluso un bosque.

Hoy varios ayuntamientos han traducido las teorías de ciudades amigables y cercanas en experiencias piloto. París es uno de ellos y Oxford, otro. El Ayuntamiento inglés aprobó el concepto de ciudad de 15 minutos en su Plan Local 2040 en septiembre del pasado año. Sin embargo, nunca llueve a gusto de todos y pronto una corriente contraria inundó las redes de bulos y desinformación. Que si se trataba de una nueva forma de vigilancia, que si nadie podría salir más allá de un cuarto de hora de distancia de su casa, que si reconocimiento facial… «Sus mentiras son enormes», declaró Moreno en una entrevista. «Como el Foro Económico Mundial, la Red Climática de Ciudades Globales y la Federación de Gobiernos Locales entre otros han apoyado este concepto, se han alimentado ciertas fantasías de que estoy involucrado en el ‘liderazgo invisible’ del mundo».

Con o sin polémica, la Ciudad de los 15 minutos empieza a extenderse, cómodamente alentada por ciudadanos que quieren aparcar el coche y sonreír por las calles algo más despreocupadamente.

Cuatro ciudades más relajadas -y verdes-:

Siempre nos quedará París

En la capital del Sena fue donde se acuñó primero el concepto “Ciudad de los 15 minutos” (Ville Du Quart D’Heure). El objetivo era apostar por una ciudad más verde y amigable, donde la vida fuera más sencilla y feliz. Cuatro son  los pilares que sostienen este modelo: proximidad, diversidad, densidad y ubicuidad. Algunos hablan de éxito y sus críticos de maquillaje o golpe de marketing. La realidad es que los parisinos se muestran satisfechos con esta iniciativa.

Barcelona és bona

Tras los pasos de Ildefons Cerdà, la Ciudad Condal ha creado un sistema de supermanzanas o “superillas”. Se trata de islas en el centro de la ciudad con zonas verdes, asientos para descansar, zonas de juegos para los niños y espacios para el deporte. La primera ‘superilla’ vio la luz en el barrio de Poblenou y pese a las primeras críticas, hoy vecinos y comerciantes están muy contentos con el resultado. Y al parecer, esto no ha hecho más que empezar…

Oxford, epicentro de protestas

Tal vez el lugar del mundo que acaparó más protestas fue la ciudad universitaria por excelencia. ¿Los culpables? Los llamados filtros de tráfico que limitarán el tráfico a los vehículos a sólo 100 días al año para los vecinos y 25 para visitantes. Esta descongestión a favor del medio ambiente, los espacios verdes y el silencio fue mal interpretado por unos integristas que hablaron de guetos vigilados permanentemente. Nada más lejos del planteamiento real, tal y como reivindican sus precursores.

Bogotá se une a la fiesta

La ciudad más congestionada de América Latina quiere cambiar de modelo. “El tiempo perdido en el tráfico alcanza 122 horas en esta ciudad”, según estudios de Global Traffic Rankings (INRIX) 2022 o lo que es lo mismo, las personas pasan al año 15 días hábiles al año atrapadas en atascos. Este modelo verde de ciudad tranquila está siendo estudiado atentamente por políticos, profesionales del urbanismo y constructores. Todos juntos están dando unos primeros pasos para lograr centros o zonas de vida relajada, lejos del tráfico y la crispación.

¿Y tú? ¿Vives en una ciudad de 15 minutos? Descúbrelo aquí.

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