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NeuroTAG – Capítulo I. La plasticidad de nuestro cerebro

Durante más de cien años se creyó que el cerebro solo podía desarrollarse y cambiar durante la infancia, así que una vez el cerebro era adulto ya no podía evolucionar.

Esta creencia duró más de cien años y no fue hasta los 60, que nuevas investigaciones demostraron que el cerebro continúa creando nuevas conexiones neuronales alterando las ya existentes para adaptarse a nuevas experiencias durante toda la vida. Así surgió el término Neuroplasticidad, que describe la capacidad que tiene nuestro cerebro de cambiar, adaptarse y modelarse  fisiológicamente.

Para entender cómo funciona y qué significa, debemos introducir primero el sistema nervioso humano, el cual está formado por dos partes:

  • El sistema nervioso central (SNC), formado por el cerebro y la médula espinal. Corresponde al “sistema de control”, encargado de percibir estímulos del mundo exterior, procesar la información y transmitir impulsos. Se creía no modificable.
  • El sistema nervioso periférico (SNP). Corresponde al “receptor” de las señales, encargado de conectar el SNC con los órganos y miembros, y ya se consideraba plástica antes de llegar a la neuroplasticidad.

Su forma de trabajar es muy simple. El SNP recibe señales sensoriales, las transmite al SNC y este lo transmite a músculos y glándulas. Por ejemplo, el SNP recibe que nos estamos quemando un dedo y transmite esta información al SNC, el cual hace reaccionar los músculos necesarios para apartarnos.

Las señales son transportadas por las neuronas, la célula principal del sistema nervioso. Su función es recibir, procesar y transmitir información a través de señales químicas y eléctricas. Estas células no están directamente conectadas entre sí, sino que están separadas por un espacio llamado espacio sináptico o hendidura sináptica. Cuando una señal llega, los “mensajeros” químicos (llamados neurotransmisores) pasan de una neurona a la siguiente cruzando esta hendidura sináptica para desencadenar un nuevo impulso eléctrico.

Antes de llegar a la neuroplasticidad, se creía que cada punto del cuerpo estaba conectado a una parte específica del cerebro a través de una conexión nerviosa. Por ejemplo, si te tocas la oreja, la parte del cerebro asignada se activaría, y si te tocas la nariz, se activaría su correspondiente parte. Gracias al investigador Michael Merzenich, uno de los científicos más importantes en el campo de la neuroplasticidad, sabemos que no es cierto.

A través de un experimento observó que al perder una parte del cuerpo, por ejemplo un dedo, el área cerebral destinada a este dedo era ocupada por otra parte, es decir, el cerebro no deja de utilizar espacio sino que lo aprovecha. En otro experimento llamado “entrenamiento cognitivo avanzado para personas mayores que viven de manera independiente” reconoció que nuestras capacidades cognitivas (aquellas relacionadas con el aprendizaje, la percepción, la memoria…) pueden mejorarse hasta la vejez.

overcoming-2127669_1920La conclusión de ello es que el cerebro puede cambiar –y lo hace- en función de los retos a los que se ve enfrentado. Cuanto más diversos sean, más entrenamiento y, por lo tanto, las conexiones neuronales entre diversas áreas serán mayores, facilitando así encontrar soluciones a nuevos desafíos.

Consejos para el día a día para ayudar a mantener la mente activa, entrenar o mantener las habilidades cognitivas:

  • Hacer cálculos mentalmente
  • Aprender idiomas
  • Orientarse sin GPS
  • Estar en contacto social para verse obligado a hablar y a expresar ideas
  • Realizar ejercicios de coordinación

NeuroTAG1NeuroTAG es nuestra sección para acercar la neurociencia, un campo que estudia el sistema nervioso y todos sus aspectos, un área multidisciplinar que abarca muchos niveles de estudio. Por este motivo nos parece muy interesante, porque puede aplicarse en muchos ámbitos de la vida y del día a día.

Vamos a hablar de ciencia, pero lo haremos de un modo relajado, como si tomáramos un café. Vamos a hablar de experimentos que cambiaron la forma de ver las cosas y cómo podemos aplicarlo en nuestras vivencias.

Esta sección está compuesta por 6 capítulos que parten del estudio “La fuerza del pensamiento” llevado a cabo por ANE (Academy of Neuroscience and Education) International

Comments (1):

  1. Luis Manteiga Pousa

    marzo 3, 2023 at 2:37 am

    El cerebro, ese poderosísimo órgano capaz de hacer tanto bien y tanto mal. Con esa asombrosa capacidad de pensar sobre si mismo como so fuese algo ajeno, su autodebatir y contradecirse, esa capacidad de producir ideologías y creencias tan diversas, ese pensar sobre su propia finitud, con la muerte, y también plantear la hipótesis de otras vidas y/o otras realidades, su neuroplasticidad…

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